Puede que comas sano y te ejercites periódicamente, pero si no duermes lo suficiente, tu cuerpo lo resentirá.
Los desafíos inevitables de la vida actual y moderna, tienden a alterar nuestros patrones de sueño, por lo que cultivar buenos hábitos es esencial para recuperarnos. Entre estos hábitos está dedicar unos momentos de relajación antes de ir a la cama, acostarse idealmente a la misma hora cada día y dormirse temprano. No pasar horas cada noche frente a la TV, Tablet, celular o PC antes de dormir, es muy recomendable para no causar estragos en el ritmo circadiano que es el reloj interior del cuerpo, que determina el ciclo de sueño y vigilia.
Consecuencias de la falta de sueño:
- Mayores niveles de stress
- Dolores de cabeza
- Indigestión
- Ansiedad constante
- Depresión
- Hipertensión
- Mala memoria y concentración
- Debilitamiento del sistema inmune
- Aumento de peso y prediabetes
- Envejecimiento acelerado
- Crecimiento tumoral acelerado
- Mayor riesgo de cardiopatías y de muerte
En términos generales, la mayoría de los adultos necesitan entre 6 y 8 horas diarias de sueño.
Un niño necesita entre 10 y 12 horas de sueño; al menos 8.
La falta de sueño crónica tiene efectos acumulativos; no sirve dormir poco durante la semana y luego dormir más durante el fin de semana. Ocúpate de tu sueño; otra forma simple de mejorar y prevenir todo tipo de enfermedades!