Existen sobre 600 publicaciones científicas que demuestran la toxicidad del flúor y el daño que produciría a largo plazo. ¿Pero por qué entonces la mayoría de las pastas dentales de adultos y niños tienen flúor?
Las pastas dentales traen flúor para evitar la aparición de caries dental, ya que hace que el esmalte de los dientes sea más resistente a la acción de los ácidos de la placa bacteriana.
Si pensáramos únicamente en la boca y sus dientes, el flúor estaría 100% recomendado principalmente como método de prevención. Pero sabemos que el cuerpo humano es un ente completo, en el cual todos sus órganos se relacionan entre sí.
Por eso, si pensamos en el cuerpo humano como un todo y no solamente en el área dental, la utilización de flúor ya no hace tanto sentido.
El flúor, cuando es ingerido en cantidades mínimas (se traga al utilizarlo, aunque haya enjuague posterior), se va fijando en tejidos sensibles como por ejemplo, en el sistema nervioso y produce toxicidad y daño, el que se evidencia posteriormente en diferentes enfermedades o patologías de tipo degenerativas.
Además, en etapas de formación del esmalte (en niños) el exceso de flúor produce una deformación de la mineralización de la superficie de los dientes y éstos se desarrollan frágiles, manchados y susceptibles a problemas como fracturas y caries dental. El nombre de esto es "fluorosis dental" y ha aumentado escandalosamente dada la fluoración en nuestra agua potable + la utilización de todos los productos con flúor.
Nuestra opción no es negarse en forma absoluta a la fluoración, ya que existen casos en que efectivamente sí se requiere. Cada caso es diferente y requiere su indicación precisa.
Es muy importante recalcar que los medicamentos, o tratamientos para ciertas áreas de nuestros cuerpos, también inciden en otras. Por lo tanto, antes de recurrir a la fluoración, hay que tomar en cuenta si definitivamente es necesaria o se puede prescindir de ella.
Fuente: https://files.iaomt.org/wp-content/uploads/IAOMT-Fluoride-Position-Paper.pdf