Hacer tierra sirve para mejorar la salud en varios niveles, pero su principal beneficio es que neutraliza los radicales libres y disminuye la inflamación crónica.
Algunas de las enfermedades asociadas a la inflamación son Alergias, Alzheimer, Anemia, Artritis, Asma, Autismo, Cáncer, Cardiopatías, Diabetes tipo 1 y 2, Eccema, Enfermedad de Crohn, Tiroiditis de Hashimoto, Esclerosis múltiple, Fibromialgia, Psiorasis, entre muchas otras. Entre más afectada esté tu salud, más tiempo deberías pasar haciendo tierra.
Un artículo del Journal of Environmental and Publica Health, publicado en 2012, afirmó que está demostrado que hacer tierra:
- Mejora la calidad del sueño y la sensación de descanso al despertar
- Disminuye significativamente la rigidez muscular y el dolor crónico
- Regula la secretación de cortisol
- Equilibra el sistema nervioso autonómico al estimular el sistema nervioso parasimpático
- Aumenta la variabilidad de la frecuencia cardíaca
- Adelgaza la sangre al infundirles a los glóbulos rojos una carga eléctrica negativa más fuerte en la superficie
- Disminuye la fuerza de la respuesta inflamatoria después de entrenamientos intensos.
Sabías que somos un conjunto de circuitos eléctricos en los que decenas de billones de células transmiten y reciben energía con regularidad mientras configuran cada acción que emprendes, cada función fisiológica que realizas y cada pensamiento que pasa por tu cabeza?
Todos tus movimientos, comportamientos y acciones están impulsadas por descargas eléctricas.
Eres un conductor de electricidad.
Cuando tú, un ser bioeléctrico, tocas directamente la tierra y estableces contacto entre el suelo y la piel, la cual es un excelente conductor de electricidad, absorbes un flujo constante de electrones, lo cual ayuda a sentar las bases para que tu cuerpo se sane a sí mismo. La forma más sencilla de lograrlo, es CAMINAR DESCALZO EN EXTERIORES (puede ser sobre tierra, pasto, arena, rocas o incluso concreto sin pintar). Las superficies húmedas son mejores conductores que las secas.